lunes, 15 de septiembre de 2014

El Judaismo

El Judaísmo 

De acuerdo al artículo anterior, en el que nos planteamos algunas definiciones que permiten la comprensión del actual conflicto entre Árabes e Israelíes; hemos podido entender que:   Todos los Israelitas son semitas, los árabes son semitas y muchas otras razas del oriente medio también son semitas, y que no todos son judíos, son Judíos solamente los que descienden de Jacob-Israel, así como también que no todos son Hebreos pues ni los Camitas ni los Jafetitas vienen de Heber, “del que cruzo del otro lado”, en Abraham el primer Hebreo.

En la historia del pueblo de Israel, luego de la división del reino de Salomón, las doce tribus formaron dos reinos hebreos: Judá e Israel. La casa de Judá, incorporó a la tribu de Benjamín, y ambas formaron la Casa de Judá. A ella en la actualidad se la conoce como pueblo judío, localizándosela tanto en Israel como en otros ochenta países del mundo. Las diez tribus restantes estarían todas aún dispersas pero sin haber logrado conservar sus raíces hebreas.

En Israel habitan 6.342.000, en Estados Unidos: 5.425.000, en Francia 480.000, en canada: 375.000, en el Reino unido 291.000, en Rusia 194.000, entre otros muchos países más.

Los judíos son mencionados con frecuencia como el pueblo elegido por Dios. Esto no significa que ellos sean de ninguna manera considerados superiores a otros grupos. Los versos de la Biblia tales como Éxodo 19:5 simplemente dicen que Dios ha elegido a Israel para recibir y estudiar la Tora, para adorar solo a Dios, para descansar en el Sabbath, y para celebrar las festividades. Los judíos no fueron elegidos por ser mejores que otros; ellos simplemente fueron elegidos para recibir más responsabilidades difíciles y más onerosos castigos si fracasan.

En la actualidad puede ser Judío además aquel que se convierte por convicciones y se somete a la preparación para el conocimiento de la Tora entre otras costumbres, abrigando así el Judaísmo. Así como encontramos que en el primer siglo, muchos judíos se convirtieron al cristianismo, por eso se consideró a los primeros cristianos una secta del judaísmo, siendo perseguidos, arrestados y asesinados, y de ellos muchos fueron vueltos a las viejas prácticas del culto judío, negando la fe en el Señor. 

Se identifican cinco grupos de judíos: Ellos son Ortodoxos, Conservadores, Reformistas, Reconstruccionistas y Humanistas. Las creencias y requerimientos en cada grupo difieren dramáticamente.

Actualmente se considera "Judío", aquel que se convierte a la religión Judía, pero no en una congregación mesiánica sino en una Sinagoga Judía, donde se practique la Religión Judía, y como es sabido, el Judaísmo así descrito no es la continuidad de lo que hubo en el primer  siglo en Israel. 

Debemos saber además que todas las formas de "Judaísmo" son una "religión" y no es la continuidad de Israel, ni la identidad hebrea de Israel, de modo que el "rechazo" es por la "religión" y no por la "genética".

El odio manifestado hacia los judíos se presenta en varios aspectos:

Aspecto Religioso: los cristianos siempre han acusado a los judíos de matar a Jesús (con la complicidad romana), y ya sabemos la importancia de la religión en los países por los que los judíos han tenido que vivir como consecuencia de la diáspora.

Aspecto de la Supremacía: algunos dicen que durante siglos los judíos han presumido de ser los elegidos del Señor.

Aspecto de Inferioridad: También se les ha odiado, por inferioridad, aludiendo que los judíos son una raza inferior, además de que como ya sabemos que judío no es una raza, ya que siempre te quedará la opción de reconvertirte.

Los 613 mandamientos encontrados en Levítico y otros libros, regulan todos los aspectos de la vida judía.

Los Diez Mandamientos, como se mencionan en Éxodo 20:1-17 y Deuteronomio 5:6-21, forman una breve sinopsis de la Ley.

El Mesías (el ungido de Dios) llegará en el futuro y reunirá nuevamente a los judíos en la tierra de Israel. En ese tiempo, habrá una resurrección general de los muertos. El Templo de Jerusalén, que fue destruido en el año 70 d.C., será reconstruido.

martes, 9 de septiembre de 2014

La Oración del Padre Nuestro

La Oración del Padre Nuestro:

En cada generación el cristianismo enfrenta el problema de aprender a hablar de manera significativa a su propia época; este problema no puede ser resuelto sin que se tenga una previa comprensión de los cambios de las situaciones existenciales con que la iglesia tiene que enfrentarse, y que se originan en gran medida en las pretensiones filosóficas que dominan el pensamiento moderno, que opera a través de los sistemas educativos diseñados para que respondan a las ideologías religiosas, económicas y políticas,cuya intensión es socavar los fundamentos de nuestra fe Cristiana, intentando imponer lo que identificamos como la “humanización de lo Divino”.

Todo cristiano cabal y sabio debe proyectarse ante el público, como alguien bien informado, conocedor de todo tema relacionado con su fe, disciplinado e intelectualmente superior por sus conocimientos espirituales, pero, a la vez humilde y respetuoso, no dando ocasión para que se le señale de “torpe”, cerrado, ignorante o loco.

Valga la ocasión para hacer nuestras, las palabras de San Pedro, quien ya desde el primer siglo de nuestra era nos alertaba: “Sino, santificad a Dios en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo lo que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”   1 Pedro 3:15.

Humanizar lo Divino ha sido una pretensión del hombre moderno, y  me resulta conveniente analizarla desde la enseñanza de un hombre que cambió el mundo de una manera muy real; Tomas de Aquino (1225-1274),  fue un teólogo y filósofo Italiano católico perteneciente a la Orden de Predicadores. Tomás organizó el conocimiento de su tiempo y lo puso al servicio de su fe. En su esfuerzo para reconciliar fe con intelecto, creó una síntesis filosófica de las obras y enseñanzas de los más connotados pensadores, como Platón, Aristóteles, el pensamiento musulmán y judío además de otros como Pseudo, Dionisio y Areopagita de quienes asume los aspectos neoplatónicos de sus obras.

Toda esta mezcla de ideas, entrelazadas con su fe cristiana, dio como resultado una mayor autonomía en el hombre que lo alejó aun más de las cosas celestiales que eran lo más realmente importante; así es como para esa época se comienza a plasmar en la pintura y la literatura, la representación de lo que consideraban Divino; surgiendo el gran fenómeno histórico del Renacimiento.  

Reconciliar la fe con la razón, es como mezclar “el agua con el aceite”, diríamos en nuestro lenguaje coloquial, o como separar la Gracia de la naturaleza creada por Dios; la Gracia para referirse a lo alto: Dios creador, los cielos y las cosas celestiales, lo invisible y su influencia sobre la tierra, y el alma del hombre. Y la naturaleza para referirse a lo bajo: La creación, la tierra, lo visible  lo que el hombre hace sobre la tierra.

El Padrenuestro es la oración que nos enseñó Jesucristo, representa un patrón, precisamente para que tuviésemos una guía de cómo orar con sencillez, sin apartarnos de la genuina relación con lo divino, con el Padre creador de todas las cosas, evitando las vanas repeticiones, haciéndolo desde lo profundo del corazón, sin falsedad, sin intereses filosóficos ni apariencias rebuscadas, sin la intensión de destacar a hombre alguno, ni sus virtudes terrenales, ni logros alcances o ideales, no para la transformación del pensamiento cristiano y redireccionarlo hacia la humanización de lo divino o valga decirlo también en la Divinización de lo Humano.

Vosotros, pues, orad así: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánoslo hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal”. Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas (Mateo 6: 9-15).

En su omniciencia y omnipresencia, Dios el Padre, conoce ya la nefasta intención humana de suplantar su Nombre en tan valiosa enseñanza para todo el que ha sido constituido en Hijo de Dios. Recordándonos además, que si decimos “Padre” deberíamos comportarnos como “Hijos” de Él y no “hijos” de idealismos que se extinguen por la ley natural de la vida y la muerte, cuyos recuerdos espero no sigan nublando la mente de los cristianos para que olviden el verdadero valor de lo Divino.

De esta manera elevo una oración a Dios, haciendo uso de las palabras de Jesucristo en la cruz, citando a Lucas 23:34  “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. 

viernes, 5 de septiembre de 2014

El Domo de la Roca

El Domo de la Roca:

Es necesario mencionar ante todo, que el sitio donde se encuentra construido este magnífico octógono que domina la Ciudad Vieja es un santuario que constituye el tercer lugar más sagrado para el Islam, para el Judaísmo y para el Cristianismo; es el lugar donde se encontraba el Templo que Salomón le edificó a Jehová, y el mismo en el que luego el Templo fuera reedificado.

El Primer Templo fue construido por el rey Salomón para sustituir al Tabernáculo como único centro de culto para el pueblo judío. Fue saqueado por Sheshonq I en 925 a..C. y destruido por los babilonios durante el segundo asedio de Nabucodonosor II a Jerusalén en 587 a..C. El Templo de Jerusalén (hebreo: בית המקדש, Beit Hamikdash) fue el santuario principal del pueblo de Israel y contenía en su interior el Arca de la Alianza, el candelabro de los siete brazos y demás utensilios empleados para llevar a cabo el culto hebraico en tiempos de la Antigüedad.

El Segundo Templo, mucho más modesto, fue completado por Zorobabel en 515 a.C. durante el reinado del persa Darío I, y seguidamente consagrado. Tras las incursiones paganas de los seleúcidas, fue vuelto a consagrar por Judas Macabeo en 165 a.C. Reconstruido y ampliado por Herodes, este segundo  Templo fue a su vez destruido por las tropas romanas al mando de Tito en el año 70 E.C., cuando  Jerusalén, fue sitiado durante la revuelta de los zelotes. Su principal vestigio es el Muro de las Lamentaciones, también conocido como Kotel o Muro Occidental.

El actual Domo o mezquita de la Roca fue construida en dicho lugar - durante la ocupación árabe de Jerusalén - ya que ellos pensaron que si su templo (dedicado a Alá y a su profeta Mahoma) ocupaba el lugar donde antes se encontraba el templo de los judíos, lograrían anular la posibilidad de la reconstrucción de otro templo dedicado al Dios de los judíos.

El edificio tardó tres años en terminarse, desde 688 hasta 691, de nuestra era C,  y se levantó deliberadamente en señal de rechazo hacia cristianos y judíos, religiones a las que el Islam buscaba superar. Su emplazamiento fue claramente arrebatado al patrimonio judío y supuso la apropiación de un espacio sagrado, el Monte del Templo; la cúpula se diseñó para que fuera mayor que la del Santo Sepulcro, y los cristianos sirios fueron obligados a decorar su interior con mosaicos que reflejaran versos del Corán que hacían ver como errónea la creencia cristiana en la Trinidad.

El Domo de la Roca también conocido como Cúpula de la Roca ha sobrevivido a todos los terremotos que han existido hasta ahora, ya que se construyó firmemente sobre roca, y no ha sufrido en ningún momento destrucción; únicamente se ha renovado. El nuevo alicatado exterior fue colocado en 1963, y el dorado de la cúpula se restauró en 1993-94.

El Domo, es la cobertura para proteger el fragmento de piedra que corresponde a la cima del Monte Moriah  (Jehová provee), lugar en que Abraham había de ofrecer a su hijo Isaac (Gen.22:2), lugar donde Salomón edificó el primer templo de Jerusalén  (2 Cr. 3:1) y donde David intercedió por su pueblo junto a la era de Arauna (2 Sam 24:16-25; 1 Cr.21:15-26) .

Los Árabes sostienen que Abraham trato de sacrificar a “Ismael”, y no a Isaac; a diferencia del judaísmo y del cristianismo, que consideran que fue a Isaac, sostienen además los Árabes que desde ese punto el profeta Mahoma ascendió al cielo y realizó su célebre “Viaje nocturno”.

Recién después de que los judíos habían recuperado Jerusalén en la Guerra de Seis Días en junio del 1967, fue que los árabes reclamaron la ciudad para sí mismos. No existe duda alguna, que Jerusalén para el islam ha tenido una cierta importancia en los últimos 1300 años, pero la frecuencia y perseverancia con la que son sostenidas las controversias, en algún momento llega el tiempo a partir del cual por lo menos una parte de la gente sencillamente la cree. Lo que ha cambiado no es la realidad histórica, sino la política. Recién después de esta  Guerra de Seis Días, esa ciudad llegó a ser piedra de tropiezo, no solamente en el sentido religioso para el islam, sino a nivel mundial.

¡Ahora que los judíos desean construir un nuevo templo, por supuesto los árabes se oponen!
La escatología hebrea establece que el Tercer Templo de Jerusalén será reconstruido con el advenimiento del mesías del judaísmo.

De acuerdo a la revelación bíblica, para el cristianismo, Jesús vendrá en un tiempo de tribulación para salvar al pueblo judío de la opresión. Del contexto de la profecía queda evidente que entonces el templo será reedificado y que tendrá importancia profética.

En una próxima entrega estaré desarrollando más el tema desde el punto de vista de la escatología cristiana alrededor de tan sagrado lugar para el cumplimiento profético establecido por Dios. Todo esto nos ayudará a entender el contexto histórico, religioso y político del tan complejo Conflicto Árabe –Israelí.

Fuente:
Wikipedia;
Diccionario Bíblico Wilton M. Nelson



¿Hebreos, Semitas, Judíos, Israelitas? ¿Son los mismos?

La Historia de Israel:

¿Hebreos, Semitas, Judíos, Israelitas?  ¿Son los mismos?


 El pueblo  Judío  es uno de los pueblos  semitas y al que con más frecuencia se aplica el término semita, tal vez el único al que muchos se lo aplican, y es en efecto el pueblo semita que proviene de la semilla de Jacob, más no el único pueblo semita. Pertenece por  gentilicio al pueblo hebreo, que quiere decir, ``de Heber´´, o ``descendiente/hijo de Heber´´. Por lo cual además hay árabes que son semitas. Los Judíos son "Israelitas”, porque a Jacob le fue cambiado el nombre a Israel.  

Y la palabra “judío” es una expresión moderna que viene del hebreo Yehudah  uno de los niños de Jacob-Israel así llamaron a sus descendientes Yehudim ("Judahites"). En griego esto lee “Ioudaioi” ("Judeans"). Sin embargo, todas las traducciones de la biblia emplean la palabra "judío," que es una forma moderna, acortada de la palabra " Judahite”, “el que desciende de Jacob-Israel.”

¿Hebreos, Semitas, Judíos, Israelitas?  ¿Son los mismos?  Pues ahora se entiende que, no solo los Judíos e Israelitas son Semitas. Todos los Israelitas son semitas, los árabes son semitas y muchas otras razas del oriente medio también son semitas, y no todos son judíos, son Judíos solamente los que descienden de Jacob-Israel, pero no todos son Hebreos pues ni los Camitas ni los Jafetitas vienen de Heber, “del que cruzo del otro lado”, en Abraham el primer Hebreo.

Preámbulo Histórico para entender un conflicto

El Conflicto Arabe-Israeli. Preámbulo Histórico para entender un conflicto 
  
Después del Gran Diluvio del que solo sobrevivió la familia de Noé, el mundo se pobló nuevamente poco a poco. Noé tenía tres hijos: Cam, Sem y Jafet, que —según los hebreos escritores de la Biblia— fueron los orígenes de todas las razas humanas. . (Transcurrieron aprox. 120 años después del diluvio hasta la torre de Babel). Sem  hijo de Noé,  tuvo un respeto piadoso por su padre al encontrarlo borracho y desnudo, éste lo bendijo (Gen 9: 18-23) y tuvo a su vez cinco hijos; progenitor de los pueblos semitas, que han tomado de él su nombre.

De la rama de Sem nació el gran patriarca Abraham quien fue padre de Ismael (quien a su vez —según los hebreos— fue el origen de los árabes) y padre de Isaac, padre de Jacob.

Los otros dos hijos de Noé son  Cam y Jafet, por lo que hace a Cam, padre de los pueblos “camitas” o africanos; y por lo que hace a Jafet, padre de los pueblos “jafetitas” o “Jafitas” , que serían los europeos, a este Jafet bendijo Dios después del Diluvio, prometiéndole también una larga descendencia; extendió su raza por los valles del Cáucaso (de ahí el término caucásico) hasta las orillas del Río Ganges , y por el Asia Menor y las islas del Mar Egeo hasta las costas griegas; tuvo siete hijos. Se le identifica con la raza blanca, (o raza aria), (esto sería  motivo de futuro estudio).

En Génesis capítulo 10, versículos 24-25, aparece uno de los patriarcas post-diluvianos, antepasado directo de Abraham, llamado Heber, de donde proviene el gentilicio hebreo”, que quiere decir, ``de Heber´´, o ``descendiente/hijo de Heber´´. La palabra heber se traduce “atravesar al otro lado”, o “el que cruza al otro lado

Abraham es considerado el primer hebreo por dejar su Caldea natal, por haber “atravesado del otro lado del río" Éufrates. El patriarca y los suyos se asientan en Canaán: en Siquem (actual Nablús), Beerseba o Hebrón. Poco a poco, se mezclan con los pobladores locales y se convierten en agricultores sedentarios. Este pueblo era vecino de otros, como los edomitas, moabitas, amonitas e ismaelitas. Seis generaciones después de Heber, por Abraham fueron llevadas a su línea, así que Abraham era un hebreo y un semita, llevado por la línea de Heber y de Sem.

Por otro lado, Ismael viene de Abraham, y los árabes (y específicamente los musulmanes) se consideran ser descendientes de él, así que los árabes son semitas y hebreos. Isaac  viene de Abraham, entonces Jacob de Isaac. El nombre de Jacob fue cambiado a " Israel, " y él engendró a 12 hijos. Llaman a  sus hijos y sus descendientes Israelitas, y serían Semitas y hebreos. Sin embargo, ¿esto no haría a Abraham o Isaac " Israelitas” verdad?

En la Biblia, Israel es el nombre nacional de los hebreos, en su condición de tribu, los hebreos no poseían un nombre que los distinguiese históricamente como grupo, así entendemos que la semejanza entre los pueblos semitas se debe a su origen lingüístico y cultural, ya que no se puede hablar de una raza semita. Estaban constituidos por un conjunto heterogéneo de tipos raciales, todos ellos pertenecientes a la antigua familia lingüística semita.

Ahora bien, el cambio del nombre del tercer patriarca, quien de "Jacob" pasa a llamarse "Israel" (Génesis 32:24 y 32:28) es reflejo del hecho histórico conocido como unión de las tribus hebreas iniciales y de su triunfo sobre los cananeos. O, dicho de otro modo, "hebreos" eran antes de la conquista de la tierra de Canaán e "israelitas" se los llamará a partir de dicho acontecimiento.

En la actualidad, "hebreo" se emplea para designar a todo aquél que sea miembro o descendiente del pueblo de Abraham, Isaac, y Jacob. Hebreo es hoy además sinónimo de israelita y judío.

Pero no se debe confundir el término semita con judío, los semitas son varios pueblos que tuvieron su origen probablemente en Arabia, de donde se extendieron a Mesopotamia, el oriente del Mar Mediterráneo y el valle del Río Nilo; comprende a los árabes, los antiguos babilonios y asirios, a los amoritas, moabitas, amonitas y fenicios; las tribus arameas, inclusive los judíos.

Ahora  entendemos: El pueblo  Judío  es uno de los pueblos  semitas y al que con más frecuencia se aplica el término semita, tal vez el único al que muchos se lo aplican, y es en efecto el pueblo semita que proviene de la semilla de Jacob, más no el único pueblo semita. Pertenece por  gentilicio al pueblo hebreo, que quiere decir, ``de Heber´´, o ``descendiente/hijo de Heber´´. Por lo cual además hay árabes que son semitas. Los Judíos son "Israelitas”, porque a Jacob le fue cambiado el nombre a Israel.  Y la palabra “judío” es una expresión moderna que viene del hebreo Yehudah  uno de los niños de Jacob-Israel así llamaron a sus descendientes Yehudim ("Judahites"). En griego esto lee “Ioudaioi” ("Judeans"). Sin embargo, todas las traducciones de la biblia emplean la palabra "judío," que es una forma moderna, acortada de la palabra " Judahite”, “el que desciende de Jacob-Israel.”

¿Hebreos, Semitas, Judíos, Israelitas?  ¿Son lo mismo?  Pues ahora se entiende que, no solo los Judíos e Israelitas son Semitas.  Todos los Israelitas son semitas, los árabes son semitas y muchas otras razas del oriente medio también son semitas, y no todos son judíos, son Judíos solamente los que descienden de Jacob-Israel, pero no todos son Hebreos pues ni los Camitas ni los Jafetitas vienen de Heber, “del que cruzo del otro lado”, en Abraham el primer Hebreo.   

En la próxima entrega, estaré compartiendo sobre el Antisemitismo, el origen de un odio de trascendencia Bíblica y que fue acentuado en el siglo IXX.