miércoles, 1 de octubre de 2014

Dos hijos, un Padre, una gran discordia, dos grandes naciones.

Dios dijo a Agar que iba a levantar una gran nación de Ismael, una nación de cazadores, de guerreros, de arqueros y Dios le dijo a Abram que sobre él se levantaría otra gran nación, la nación judía. Así que tanto Ismael como Isaac iban a ser bendecidos.

Cuando Agar queda embarazada, mira a su Señora con desprecio (Gen. 16:4-9) con envidia, y como Saraí la afligía, la oprimía, la maltrataba, Agar decide huir al desierto. En el desierto recibe al ángel del Señor que le dice que regrese a la casa de Abram, que sea sumisa a Sara, que vuelva a servirle a su Señora.

El ángel le dice que ella dará a luz a un niño que se llamará Ismael.(Dios oye), pues Dios había escuchado su aflicción. El ángel le dice que sobre Ismael Dios levantará una gran nación, que Ismael será un diestro arquero, un valiente guerrero. Entonces Agar regresa a la casa de Abraham y vuelve a ser sumisa y le sirve a Sara.

Y dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.
Génesis 16:9

Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará,
Génesis 16:11-12

El ángel que Dios envió a Agar quien lloraba en el desierto y huía de Sara le llevó un mensaje profético que muy pronto tendrá su cumplimiento.

Dios le prometió a Agar que su hijo Ismael sería un gran guerrero muy fiero, Sobre Ismael se levantaría una gran nación, una nación muy numerosa.

En estos versículos Dios a través del ángel le declara a Agar que los descendientes de Ismael levantarán un reino que sería contra todos y todos contra él. Ese reino, en el cual el rey reinará en medio de sus hermanos, es el imperio del anticristo. El anticristo será un descendiente de Ismael que logrará la unión de su pueblo y que reinará en medio de todos los árabes. Ese reino se levantará contra todos y todos irán contra él.

La situación en el hogar de Abram empeora al nacer Isaac. La vida para Agar y su hijo Ismael se hace insoportable. Las relaciones entre la sierva y Sara se tornan muy difíciles a causa de los niños. Ismael que le lleva 14 años a Isaac comienza a burlarse de Isaac. Sara no soporta las humillaciones y le reclama una vez más a Abram y le pide que eche a su sierva Agar de la casa.
Entonces Abram contristado consulta a Dios.

Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.

Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo.

Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac será llamada descendencia.
Génesis 21:9-12

Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente.
Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho y la despidió. Y ella salió y andando errante por el desierto de Beerseba.
Génesis 21:13-15

Definitivamente en este momento se estableció la supremacía de Isaac sobre Ismael. Sería en Isaac que Dios le daría la descendencia a Abraham. Isaac sería el elegido de Abram e Ismael sería echado del hogar con su madre Agar. Las burlas del niño, la mofa, el menosprecio fueron las causas para que Abram tomara la decisión de echarlos del seno familiar.

Agar sufría por causa de la actitud del Ismael. Ciertamente que se hizo imposible que ambos niños permanecieran juntos, entonces vino la división, la separación, ya la raíz de la discordia había crecido y jamás se volvería a tener paz entre los descendientes de Isaac y los descendientes de Ismael.

Ahora encontramos a Agar vagando por el desierto, el pan y el agua se han terminado, sólo ella espera la muerte. El dolor la consume, la desesperación, el rechazo de Abram y la maldad de su señora. Ella había sido obediente al regresar a la casa, pero en vez de que la situación mejorara la misma había empeorado desde el nacimiento de Isaac.

Ahora Agar no quiere ver morir a su hijo, así que lo abandona a la suerte.

Y faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.
Génesis 21: 15-16

La escena era agobiante, terriblemente triste. Agar estaba destrozada. Ya no tenía agua, el odre estaba seco y el efecto de la sed se hacía sentir. Luego de vagar por el desierto encontró un arbusto y colocó al joven Ismael bajo el mismo y ella se movió enfrente del arbusto, a distancia de un arco, para no ver morir a su hijo.

Era algo injusto para ella, Ismael era el hijo mayor de Abram, y no era justo que la echaran así de la casa. La pena, el sufrimiento, el dolor la consumía. Y mientras pensaba en la muerte de su hijo, mientras pensaba que estaba sola en medio del desierto, sin posibilidad alguna de sobrevivir, Dios se acordó de ella al escuchar los gritos del niño.


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